La reina piensa que al ama de las llaves le gusta quejarse de la gran cantidad de problemas que ha de afrontar en el dÃa a dÃa en palacio. Qué serÃa de ella sin sus grandes problemas. Quién serÃa. La reina sonrÃe y espera. Al sufrimiento hay que darle tiempo para que vaya pelando la personalidad hasta dejarla en carne viva, hasta que solo queden los escombros de su historia melodramática. Da igual lo que pienses, el problema es que otorgas a eso la importancia indebida. Las nubes pasajeras desprecian la inmutabilidad del sol.
Luis Amezaga